Las personas con espíritus inmundos también adoran a Dios

Marca 5:5 Y siempre, noche y día, él estaba en las montañas, y en las tumbas, llanto, e hiriéndose con piedras. 6 Pero cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró ante él, 7 Y clamaban a gran voz:, y dicho, ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Tú Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios, que tú me atormentes no. 8 Para él, le dijo:, Salid del hombre, espíritu inmundo.

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