Revelaciones 12: 11 Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte
No tengo ninguna esperanza. Yo estaba despertando y fumar un porro o hacer una línea. Pero un vecino vendría y me escoge para arriba para la iglesia porque vio que no tenía un coche. Estábamos leyendo el libro de Nehemías en la escuela dominical, y habló acerca de cómo fueron reconstruyendo los muros de Jerusalén y cómo le confesaban sus pecados.
La palabra de Dios llegó a ser tan real para mí. Finalmente dejé de tratar de negociar con Dios.
Le confesé que era mi culpa que yo estaba en drogas. Yo sabía que, a pesar de no podía oír una voz audible, Dios me perdone y me da una vida nueva. Lo hizo, y restauró mi matrimonio y salvó a mi esposo.
This testimony was gathered from the following:
Pentecostal Evangel:Gospel Publishing House, 2013. Impresión
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